La RSE y la sostenibilidad en México

Escrito por
Gabriel Escaffi

La RSE y la sostenibilidad en México

El paradigma actual la RSE no es un asunto de sellos, ni estático, es totalmente dinámico y está inmerso en la manera en la que hacemos las cosas ya sea para generar un servicio o un producto.

Esto implica gestión y esa gestión atraviesa toda la cadena de producción y la organización. Es entonces donde la RSE ya no es un asunto de simple buena voluntad, es un asunto de hacer negocio con un enfoque de sostenibilidad, es decir, negocios que sostengan y crezcan en el tiempo.
Para garantizar la sostenibilidad de una empresa, es importante que en su gestión incorpore un enfoque de audiencias ya que no existe una organización y menos hoy, que se pueda concebir de manera aislada, interactuamos con muchos actores y eso implica cada vez más una mayor influencia entre las acciones de diferentes actores, lo cual puede generar positivos y/o negativo.

“La nueva forma de hacer negocios, y como esto se refleja en la sostenibilidad del mismo”

El paradigma actual la RSE no es un asunto de sellos, ni estático, es totalmente dinámico y está inmerso en la manera en la que hacemos las cosas ya sea para generar un servicio o un producto. Esto implica gestión y esa gestión atraviesa toda la cadena de producción y la organización. Es entonces donde la RSE ya no es un asunto de simple buena voluntad, es un asunto de hacer negocio con un enfoque de sostenibilidad, es decir, negocios que sostengan y crezcan en el tiempo.

Para garantizar la sostenibilidad de una empresa, es importante que en su gestión incorpore un enfoque de audiencias ya que no existe una organización y menos hoy, que se pueda concebir de manera aislada, interactuamos con muchos actores y eso implica cada vez más una mayor influencia entre las acciones de diferentes actores, lo cual puede generar positivos y/o negativo.

¿Qué implica una gestión responsable?
La responsabilidad social y su gestión radican en entender que como empresas no sólo existimos para generar dinero y utilidades, nuestra razón de ser es que respondemos a una necesidad concreta en la sociedad en la que operamos. Ahí está el valor social de nuestra organización, trabajamos para la sociedad (mercado) y nos beneficiamos de ella.
La gestión responsable considera dimensiones básicas que hay que atender. Implica considerar los impactos que tenemos desde el punto de vista económico, ambiental y social y dentro de lo social es ver a la organización como un pedazo de la sociedad, somos una micro sociedad en la que invertimos muchas horas de trabajo.
Si esa es nuestra razón de ser ¿cuáles son los retos que hay que considerar en este contexto para sostenernos?:

  • Alta democratización de la información: el reto es cómo se sistematiza y traduce esta información en herramientas de decisión para fortalecer al negocio u organización. Hoy las redes sociales han transformado la forma en que nos comunicamos, los millennials son los máximos exponentes de este fenómeno: El 38% de los jóvenes comparte información positiva sobre las marcas y las temáticas sociales importan, mientras que sólo el 26% comparte información negativa.
  • Mercados altamente competitivos y globalizados: tanto en la diferenciación de los productos y servicios, así como en la atracción de talento.

La estrategia para sostenernos en este nuevo contexto es saber leer e incorporar en nuestra gestión del negocio las expectativas de nuestras audiencias clave, como por ejemplo; los colaboradores, los inversionistas, los consumidores, los órganos reguladores, Organizaciones de la Sociedad Civil, líderes de opinión, etc. Todos tienen algo que decirnos.

OPTATIVA: Una cita que considero refleja este nuevo enfoque es la del profesor Agustín Llamas Mendoza del IPADE que dice: “Ya no hablemos de RSE y de los costos que representan para cualquier empresa. Hablemos desde la perspectiva de GVS (Generar Valor Social), de cómo todos mis procesos, políticas, acciones y procedimientos en la empresa generan valor social. De hecho, la GVS nunca debería ser considerada como costo o como algo adicional a la gestión de negocios”.

Desde esta perspectiva, cada audiencia es importante y nuestra gestión debe generar valor a cada una de ellas. Como parte de esta generación, voy a ahondar un poco al respecto con algunos datos que nos permitan dimensionar nuestro papel el mercado laboral y como consumidores:

  • Los consumidores, son cada vez más exigentes, consideran cada vez más el impacto social y ambiental en sus decisiones de consumo. De acuerdo a los datos de la encuesta Millennials de Deloitte 2016:
  • El 70% de ellos gastaría más dinero en aquellas marcas que apoyan iniciativas solidarias. Lo cual toma más relevancia si consideramos que nuestra capacidad de consumo actual es de 2,45 billones de dólares, además, compramos mayor cantidad de productos que otras generaciones mayores.
  • Priorizan los productos con causa: 91% cambiaría su compra a otra marca si estuviese asociada con una buena causa y 88% si conociesen prácticas poco éticas. El 93% de

Desde el punto de vista del empleador ¿cómo ven al mundo?, ¿qué expectativas tienen?

  • Entre el 70 y 80% de los millennials persiguen la alineación con los valores de la organización a la hora de buscar trabajo, optando por entidades que fomenten la RSE. Ellos buscan empatía, su decisión está más enfocada en un asunto de valores y de sentido de trascendencia que de remuneración. De hecho, Según 2015 Cone Communications Millennial CSR Study, 62% de los millennials están dispuestos a aceptar un salario menor por trabajar en una empresa responsable. (vs. 56% promedio en U.S.A.)
  • El 82% de los jóvenes millennials consideran los compromisos de RSE de una empresa cuando están tomando la decisión de aceptar una oferta de trabajo.
  • Buscan flexibilidad. Tres cuartas partes de los Millennials preferirían trabajar desde casa u otras locaciones donde consideran que serían más productivos. Sin embargo, solo a 43% se le ha permitido. Lo cual representa un reto para el modelo organizacional y la manera de gestionar el capital humano de una organización.

Entonces surge la pregunta ¿Es posible que la gestión socialmente responsable se traduzca en mayor rentabilidad para la empresa y un mayor beneficio para la sociedad? ¿Es posible adaptarnos a este nuevo paradigma que marcamos los millennials? ¿Podemos atender a las necesidades de nuestras audiencias clave? La respuesta es sí:

  • Incorporado la RSE como eje transversal en la operación de la organización. A través de un claro diagnóstico, que considere la medición de riesgos relacionados con la operación, así como las expectativas de las audiencias.
  • Alineando las políticas y procedimientos al modelo de RSE
  • Desarrollando programas ambientales que protejan nuestro entorno y nos generen ahorros de operación. Como por ejemplo; el uso de energías verdes.
  • Desarrollando programas de inversión social que vayan acorde con nuestro giro de negocio, que responda a una necesidad que trasciende a nuestra “responsabilidad legal” pero que incide positivamente en las comunidades en las que operamos.

En conclusión, si queremos trabajar bajo un enfoque de sostenibilidad y adaptarnos a las exigencias de nuestras audiencias, es fundamental incorporar un enfoque de generación de valor social, vinculación con las audiencias y, en particular, comprender mejor a la generación de los millennials. Desarrollar formas innovadoras incorporando las nuevas de tecnologías para establecer medios de comunicación dinámicos y personalizados a costos accesibles para la organización.
De este modo, gestionar responsablemente la organización implica una alta capacidad de adaptación, claros procesos alineados hacia dentro y fuera dela organización, implica tomar medidas de los impactos de nuestra operación, implica hacer uso de las nuevas tecnologías para encontrar formas innovadoras de llegar a nuestras audiencias, implica generar valor social. Y es de este modo como la RSE se traduce en una mayor rentabilidad y sostenibilidad para la organización pero también un mayor beneficio para la sociedad.