A propósito del Día Internacional de la Educación

Escrito por
Área de Investigación Aplicada y Evaluación

A propósito del Día Internacional de la Educación

Texto escrito el 21 de enero por:
Kaory Arzola, Verónica Corril, Laura Mercado y Araceli Rodríguez

Cambiar el mundo, transformar la realidad, es el lema elegido por la UNESCO para conmemorar el Día Internacional de la Educación, una fecha que nos invita a  reflexionar sobre la posibilidad de transformar el mundo desde la enseñanza, pero también de la urgencia por analizar las problemáticas que dificultan  el acceso a una adecuada educación en México.  En este marco y, observando el escenario que hemos venido atravesado a casi dos años de iniciada la alerta sanitaria por COVID-19, consideramos oportuno hacer una pausa para reflexionar cómo la pandemia ha alterado algunos aspectos de la vida individual y social con relación a los procesos de aprendizaje y para pensar cómo estos cambios representan  una oportunidad para replantear, de manera colectiva, algunos elementos que influyen en la forma en la que entendemos y vivimos la educación, como el acompañamiento, las estrategias de aprendizaje, la salud mental, entre otros factores. 

Los elementos que posicionamos en el siguiente escrito ponen en el centro de la discusión la idea de que, para hablar de una verdadera transformación en la educación, se necesitan soluciones que estén situadas en un contexto específicos, que tomen en cuenta las voces de niñas, niños, adolescentes y jóvenes (NNAJ), y, sobre todo, que inviten a re imaginar los espacios de aprendizaje (UNESCO, 2022).    

En ASI, nuestro compromiso es contribuir al desarrollo sostenible de las sociedades y el planeta, alineando nuestro trabajo a la agenda internacional e incidiendo positivamente en proyectos que impulsan la reflexión y elaboran propuestas para dar frente a problemáticas sociales como las brechas de educación en México.

Por ello y, con aras de visibilizar este tema en el contexto de pandemia por COVID 19, compartimos algunos planteamientos que surgieron de nuestra participación en un proyecto de investigación relacionado con el impacto que tuvo el cierre de escuelas en niñas, niños adolescentes y jóvenes (NNAJ).

Sobre el acompañamiento de madres, padres y personas cuidadoras en la enseñanza de NNAJ

El reconocer la existencia de otras personas y sus dinámicas en tiempos pandémicos conllevó a la integración y vinculación del uso del tiempo entre diferentes actores involucrados con la educación de NNAJ mexicanos.  Sin duda, al adentrarnos en una situación atípica que despierta miedo e incertidumbre colectiva como la pandemia, el acompañamiento ha representado la puerta para abordar y enfrentar realidades poco reflexionadas hasta el momento.

Los primeros días del 2022, el Centro de Investigaciones y de Estudios de Género de la UNAM presentó un boletín relacionado al incremento de actividades domésticas durante la pandemia por COVID-19 y su impacto en el uso del tiempo de la comunidad universitaria.  Desagregando los datos por actividad, se reveló un incremento de horas considerable en el rubro de “Apoyo a actividades escolares”, lo cual afirmó uno de los hallazgos más relevantes del estudio realizado por ASI, respecto a las necesidades de acompañamiento de niñas y niños de primaria y secundaria por parte de estudiantes de niveles superiores. 

En relación con esto, se observó también una gran participación sobre todo de madres y personas cuidadoras en el involucramiento de actividades escolares de NNAJ dentro y fuera de su círculo familiar. En esta línea rescatamos lo siguiente:

Socialización predominantemente femenina para el acompañamiento escolar 

Dentro de las responsabilidades de madres, padres y personas cuidadoras de NNAJ que estudian durante la pandemia, se destaca la participación de mujeres, familiares o no, como sustitutas de cuidado que ejercen responsabilidades no elegidas. En este sentido, abuelas, hermanas, vecinas y tías de NNAJ, además de ocuparse de su cuidado, ahora se encargan de su educación y de todas las responsabilidades que conlleva.    

A su vez, el incremento de estas tareas y responsabilidades implicó un aumento del uso del tiempo de las mujeres, lo que potencia una problemática ya existente respecto a la carga de trabajo no remunerado.  

Estrategias de acompañamiento entre NNAJ para enfrentar retos de aprendizaje

A comienzos de la pandemia, la convivencia entre NNAJ representó un espacio importante para ejercer su derecho a la recreación; sin embargo, conforme la alerta sanitaria se mantenía, los NNAJ del mismo o diferente nivel/grado escolar, reconstruyeron el significado de su convivencia como un espacio de acompañamiento en el que generaron herramientas colectivas para sobrellevar la pandemia como el intercambio de conocimientos relacionados con su educación hasta el manejo emocional de situaciones familiares o comunitarias.Es necesario que se reconozca que la convivencia entre pares también presentó una transformación en su estructura. NNAJ resignificando estos espacios para poder compartir habilidades de aprendizaje dentro de su dinámica recreativa, es sin duda una de las mayores muestras de resiliencia.  

¿Cómo y desde dónde se cuida?

El cuidado por parte de madres, padres, personas cuidadoras y/o la comunidad como estrategia para la mejora en la calidad educativa durante la pandemia, reestructuró las prioridades que intervienen en “un buen aprendizaje” y la idea de lo que implica la educación.

Testimonios de madres o personas cuidadoras que comunican como un reto la dificultad de poder acompañar o incluso impartir las clases a sus hijas e hijos, revelan la necesidad de volver a las aulas, así como la importancia del oficio de ser maestra o maestro. A su vez, el estrés presentado por el desbalance en el tiempo dedicado a actividades laborales, cuidados del hogar, recreación u ocio, y sumando ahora el tiempo dedicado al reforzamiento de actividades escolares de NNAJ, puso en desventaja el tiempo dedicado al cuidado personal. Es aquí donde se presentaron momentos de tensión entre los involucrados en la educación durante la pandemia.

La presencia de algún tipo de violencia en dichas situaciones de tensión lleva a la necesidad de plantear la pregunta: ¿Desde dónde se cuida a las NNAJ?

El manejo emocional en situaciones de estrés y la buena comunicación entre madres, padres, personas cuidadoras y NNAJ tuvo relevancia en el sostén para la incertidumbre en el futuro. Es importante considerar que todos los actores necesitan de un tiempo fuera; de un tiempo de descanso y reparación a situaciones que pueden llegar a sobrepasar habilidades y límites. Si bien se han compartido diferentes reflexiones, una observación primordial es que no se puede cuidar desde lo individual.

Sobre la salud mental 

La contingencia obligatoria por COVID-19 ha significado cambios en distintas dimensiones sociales, desde las individuales, hasta cuestiones más colectivas. La contingencia obligatoria por COVID-19 ha provocado cambios significativos en nuestras sociedades desde una dimensión colectiva, pero también individual. Por ello es importante reconocer la salud mental y las emociones de NNAJ como dos factores que han influido en su experiencia educativa en medio de la pandemia.

A partir de los testimonios de NNAJ, se identificó una serie de situaciones propiciadas por la pandemia que influyeron en un plano emocional y, por tanto, afectaron su educación, como la pérdida de un sustento económico fijo o la muerte de familiares y/o personas cercanas.

En este marco, es necesario reconocer que el cuidado mental y emocional se vive de manera diferenciada dentro del sistema educativo mexicano. Por una parte, cubrir los costos de un cuidado mental no es accesible para toda la población y, en términos educativos, el acceso a una educación integral que contemple lo emocional sólo es accesible para los sectores más privilegiados. Por otra parte, la estigmatización sobre la salud mental dificulta la posibilidad de acceder a herramientas emocionales para enfrentar situaciones como la que se está viviendo a raíz de la pandemia.  

No solamente las NNAJ como estudiantes refieren enfrentarse al estrés de adaptarse a un cambio en el sistema educativo, sino que las madres, padres y personas cuidadoras, docentes y acompañantes comparten vivencias relacionadas con estrés, enojo e incluso depresión a partir de intentar adaptarse a los cambios que la contingencia implicó. 

Entre la incertidumbre y la resiliencia, ¿qué sigue? 

La vida de las y los estudiantes se transformó tras los cambios que la pandemia orilló, no solo en cuanto a lo educativo, sino en la manera de pensarse en el mundo. Ante ello, NNAJ reaccionaron a estos cambios, lo cual  es fundamental para reflexionar sobre la transformación de la educación. 

En relación con la escuela, las y los estudiantes comparten percepciones acerca del valor de asistir al espacio escolar, no solo para el aprendizaje, sino por la satisfacción que brinda estar cerca los unos de los otros y de sentirse escuchadas y escuchados. No obstante, también reconocen la importancia de la ayuda mutua para sobrellevar las dificultades de las clases en línea, encontrando nuevas formas de relacionarse  a partir de las condiciones que se tenían.  Por otro lado, las y los estudiantes mencionaron que durante el periodo de pandemia “maduraron” como personas y han cambiado su forma de ser al referir que las diferentes adversidades que ocasionó la pandemia implicaron una salida de su zona de confort, así como el desarrollo de estrategias de adaptación en espacios compartidos con otras personas.  Asimismo, hacen mención de que la pandemia y el que las escuelas cerrarán los hizo generar hábitos para facilitar la autonomía en su aprendizaje.

Dado que la contingencia implicó un aislamiento, las relaciones sociales también estuvieron presentes en las reflexiones de las y los estudiantes, al pensar que en retrospectiva pudieron aprovechar las oportunidades de salir y relacionarse más con sus pares.  En este sentido, la pandemia puso en tensión la relación de NNAJ y su derecho al espacio público y la recreación. 

Parte de los aprendizajes más significativos al estar aisladas y aislados, tuvo que ver con cómo podían enfrentarse a los retos que implica estar sola o solo con una o uno mismo. Por ejemplo, reconocer el estrés, la ansiedad de la incertidumbre, el miedo, la depresión, etc. y desde sus condiciones, contextos y sus propias herramientas personales para sobrellevar esto como seres que saben adaptarse ante situaciones complejas. 

A manera de conclusión, resaltamos el reconocimiento de la empatía como un medio clave para la supervivencia, así como la vinculación con otros seres, pues las y los estudiantes nos han enseñado la capacidad de reconocer otras vivencias en términos de desigualdades sociales y económicas y cómo estas dificultan el acceso a los derechos humanos, pues son problemáticas que atraviesan fronteras. 

Creemos que la pandemia ha sido un parteaguas en la manera en la que percibimos la vida y nos percibimos en ella, ha evidenciado las desigualdades que no solo se reducen a la educación, quedando claro que aún queda mucho por hacer en cuanto al acceso de oportunidades para NNAJ. Si bien se ha demostrado una gran capacidad de resiliencia de la población, aún quedan responsabilidades por cumplir por parte de actores clave. El reconocimiento de estas desigualdades debe brindar la oportunidad de transformarlas en aras de construir un mundo justo para todos y todas.  

Desde ASI, nos pronunciamos y apostamos por una educación transformadora que incorpore la mirada de NNAJ expertos de su propia historia de vida y de sus contextos, que convoque al cuidado individual, colectivo y del medio ambiente, que apueste por pensar otras formas y espacios posibles que posibiliten la sostenibilidad bajo un enfoque de derechos humanos. Si bien se ha mencionado una serie de barreras por atravesar, en ASI creemos firmemente que desde la vinculación y coordinación institucional entre diferentes actores que inciden en el acceso a los derechos de NNAJ podemos lograr un mundo más justo para todos.